martes, 25 de septiembre de 2012

La Pulga que se creia un elefante...

"La montaña no es como los humanos. La montaña es sincera."


Walter Bonatti.




Si a esta sentencia le añadimos "era se una vez" podríamos estar ante el inicio de un cuento para niños; pero como muchas veces pasa los cuentos se convierten en realidad y en este caso nunca mejor dicho como la vida misma.

Últimamente me he cansado ,y hoy toca sacarme la espina. Desgraciadamente estos últimos meses hemos vuelto a ser noticia por desgracia, y digo hemos, porque me incluyo, yo también soy uno de esos "locos" que va a buscar a la cima de un lugar solitario, dentro de mis posibilidades, la tranquilidad que no encuentro en ningún otro sitio. La gente que llevamos saliendo a la montaña tiempo sabemos, que no es un juego que si la previsión del tiempo no es buena, no se sale, que un buen equipo y una buena preparación, física y mental, es fundamental y que como dijo el Gran Walter la montaña es sincera y si nos dice que no subimos por muy cabezones que nos pongamos siempre tiene razón. El que me conoce sabe que no me duele darme la vuelta y que cada cima la realizamos con el permiso de la madre tierra, que ella es la que nos permite llegar arriba y si nos dice que no, lo mejor es dejarlo para otro día.

Ni los desgraciados accidentes recientes del Montblanc y la desgraciada avalancha en el Manaslu, y tanto otros se pueden imputar a la imprudencia, que quizás se hubieran podido evitar seguro, pero esas personas, en su mayoría, perfectos conocedores, del terreno, del material y de la técnicas, con un equipo adecuado a la actividad, no cometieron ninguna imprudencia ni locura sino que Gaia se cobro su tributo.

No se les puede comparar a estas personas con esas otras que como he visto con estos ojos que tengo en mi cara, quieren subir a una cima un día en la que la ventisca y la niebla me impedían verme los pies, y claro esta con unas supertecnicas zapatillas de deporte, cuando la nieve me llega a la rodilla, y un súper ultra friki chubasquero , tipo poncho trasparente y de una micra de grosor, o aquella pareja que un 6 de Enero quiere a las 17h cuando regresamos hacia el coche intentar llegar y volver desde los Lagos de Covadonga al refugio de Venga de Ario ruta que nos había llevado a nosotros 5h con la nieve dura y que a esas horas era papilla, y claro esta en vaqueros y botas de trekking pero sin ningún otro medio,…., estos son imprudentes que no se paran a ver lo que les rodea porque si se pararan a ver lo que los rodea no harían esas cosas se darían cuenta que ellos son la pulga y no el elefante.

La foto que hoy he puesto es una de la fotos que mas me ha impresionado, una de las que me han hecho sentirme muy pequeño, esta hecha en mis queridos Picos de Europa, y ver las imponentes moles te piedra que te rodean te hace sentirme muy pequeño e insignificante pero sobre todo te hace sentir que esta en ese lugar y que allí no eres mas que un pulga en en la inmensidad de un elefante.

Existen muchas personas que deberían ir a ese lugar sentarse sobre una roca y meditar si son tan importantes y tan grandes como se creen o simplemente son unos imprudentes que al no saber reconocer sus capacidades se pueden estar creyendo elefantes intocables cuando no dejan de ser pulgas, porque al final siempre habrá alguien que nos ponga en nuestro lugar y a veces de manera dolorosa.

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