viernes, 28 de mayo de 2010

Un barco sin capitán que se va a pique

“Hombre de España, ni el pasado ha muerto ni está el mañana en el ayer escrito”

Machado

Anclado en el tiempo

Actualmente viajamos en un barco que se encuentra navegando sin rumbo pero lo peor es que no existe alternativa posible para que alguien pueda coger el timón, visto el lamentable espectáculo que el otro día se dio en una de nuestros órganos de representación ciudadana, mas propio de otras latitudes o de otros tiempos, y que al ver las imágenes (por ambas partes) mas daba la sensación de un estadio deportivo tomado por los hooligans que en una institución de gobierno.

El partido que actualmente se encuentra al timón de la nave hace tiempo que perdió el rumbo  y no son capaces el capitán y sus oficiales de ponerse de acuerdo y cuando uno sale diciendo que a barlovento a los cinco minutos otro sale diciendo que a sotavento; es decir que los pasajeros y marineros del navío estamos un poco preocupados porque al final no sabemos nunca por donde van a salir.

En teoría es un partido socialista y obrero o eso ponían las papeletas que nos dieron para elegir capitán; y socialista fue a pesar del que el tesorero decía que socialismos si pero no despilfarro (ayudas que apenas han durando dos años y que nos han costado un dinero ahora necesario). Ya que como hemos visto en otro barco en las mismas condiciones se ha hundido, y el personal del almirantazgo llamo a nuestro capitán al orden; que pena que aquel tesorero tan mago de la barba no le hicieran caso a lo mejor hoy no bajarían las pensiones ni los sueldos a los remeros del barco que por otra parte el tesorero ya había propuesto congelar hace dos años. Y obrero para que decir si cada vez dejamos a mas marineros en el puerto y además ahora los que todavía navegamos nos dicen que no podremos disfrutar de la jubilación hasta dentro de al menos dos años más de lo que hasta ahora era normal y eso que ya hemos dejado a mas de cuatro millones de marineros en los puertos . En fin supongo que en las papeletas de las próximas elecciones a capitán no pondrán ni la S ni la O. Además esperemos que nos nos echen de la escuadra europea

Pero lo peor de todo es que no se ve a nadie que pueda tomar las riendas de este navío que espero que no lo hundan entre todos.  Ya que los que lo podrían hacer únicamente se dedican a criticar sin aportar soluciones; y las otras posibles candidatas de la izquierda apenas se las oye ni en un sentido ni en otro o quizás los periódicos de abordo no las dan cancha, este navío se quiera reconocer o no camina al bipartidismos.

Y los simples marineritos que nos ha tocado navegar en este navío, por no decir cascarón de nuez, somos los que al final tendremos que pagar las consecuencias. Espero que esa capitana que hace tiempo dejo las filas del hoy capitán (o quizás le paso como al tesorero que le echaron) sea la alternativa de futuro; mientras tanto por el bien de todos a seguir arrimando el hombro y  apretarse el cinturón mientras dure esta marejadilla con brotes verdes que mas bien parece una galerna sin visos de solución a corto plazo.

viernes, 21 de mayo de 2010

Cuando la incompetencia esta al mando

“La ignorancia es temporal, la estupidez es para siempre”

Anónimo

 

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Hace mucho tiempo que entre en el mundo laboral, en concreto 15 años, durante este tiempo si descontamos el ultimo año, pase de ser un becario a ser jefe de proyectos o mejor dicho responsable de proyectos (la palabra jefe nunca me gusto), es decir de tener que hacer lo que otros decidían a hacer lo que yo quería y que otros hicieran lo que yo decía.

Durante este tiempo me he encontrado buenos superiores, malos y muy malos; últimamente me he encontrado con alguno de los peores y no por su carácter sino por su incompetencia; no se si yo lo haría mejor, eso quizás fuera decir mucho, pero desde luego no lo haría peor e incluso puedo asegurar que conozco gente que seria capaz de hacerlo mucho mejor sin duda ninguna.

Siempre pensamos que nuestros responsables son malas personas, que nos fastidian o que no tienen ni idea y que cualquiera es capaz de hacerlo mejor, incluso puedo asegurar que la gente que he tenido a mi cargo pensaría eso de mi y quizás no estuvieran equivocados, pero lo que nunca se podría decir es que no aprendía de mis errores o no escuchaba a las personas que tenia a mi cargo, y con la mayoría sigo a día de hoy teniendo buenas relaciones incluso gente con la que fui duro es su momento me tiene aprecio y me reconoce que siempre fui justo.

Un buen responsable desde mi modesto punto de vista tendría que ser capaz de asumir sus errores y aprender de ellos y no escudarse en que esos errores son errores de su equipo , apoyarse en sus compañeros, y con compañeros me refiero a las personas que están a su mismo nivel, los cuales no deberían intentar echarle la zancadilla porque sino eso por experiencia provoca problemas en el funcionamiento del equipo y escuchar a las personas de las que es responsable al fin y al cabo son los que te permitirán colgarte medallas ante tus responsables o bien pueden hacer que por su mal trabajo terminen con todas tus aspiraciones de seguir creciendo en la empresa.

Pero cuando esto no ocurre tenemos un incompetente al mando, un problema para la salud del ambiente laboral, la economía de la empresa y la fiabilidad del trabajo que se tiene que desarrollar. Por eso soy de la opinión de que nadie nació aprendió y se le debe dar un margen de confianza, el tamaño de ese margen lo deben fijar a su vez los responsables del incompetente.

viernes, 14 de mayo de 2010

La Montaña rusa en la que viajamos

“Cuando la vida te presenta razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razón para reír”

Anónimo

 

Anochecer en la Pedriza

Muchas veces habremos escuchado que la vida es una tómbola o incluso que la vida es una sucesión de altibajos, para mi la mejor definición es que la vida es una montaña rusa.

Entre que vivimos la vida a toda velocidad y que apenas nos paramos a reflexionar, podemos decir que pasamos por la vida a toda velocidad, es mas si la Guardia Civil tuviera radares para estas cosas a ninguno nos quedarían puntos en el carnet. Así que la vida es una vertiginosa montaña rusa que recorremos siempre a demasiada velocidad.

Una montaña rusa en la que como en toda buena montaña rusa que se precie tendremos subidas increíbles, momentos en los que sentiremos que todo nos va bien, que somos indestructibles, que nos vamos a comer el mundo,… pero ojo luego siempre vienen las bajadas vertiginosas, esos problemas que nos agobiaran y que por naturaleza los achacaremos a una mala racha o al entorno que nos rodea, y apretaremos la pierna del que esta sentado a nuestro lado para controlar los miedos de esas bajadas; pero también tenemos los tirabuzones que nos descolocaran espacialmente y nos sabremos si subimos o bajamos, pero que normalmente siempre estaremos bajando y cuando nos queramos dar cuenta estaremos ya en el siguiente tramo no habremos tenido tiempo de saber que ha pasado y por tanto de aprender o en el peor de los casos habremos tomado decisiones equivocadas.

Por eso los optimistas como yo, eso me dice últimamente mi mujer, siempre pensamos que estamos subiendo, desgraciadamente cuando empezamos a bajar apretamos los dientes para seguir sonriendo y seguir animando a nuestro compañero de viaje y que no se note mucho que tenemos miedo. Lo mejor en esta atracción es disfrutar de las “vistas” (léase buenos momentos) que nos ofrecen las subidas pero teniendo en cuanta que en las bajadas no vamos a poder disfrutar mucho de las vistas y que nos vamos a pasar toda la bajada gritando y peleando contra nuestros miedos, cuidado con tu compañero de vagón no le aprietes muy fuerte la pierna. O dicho de otra manera seamos realistas la época que nos ha tocado vivir, es una época muy distinta ya no a la época de nuestros abuelos simplemente a la época de la generación que nos precedió la de nuestros padres, ahora estamos mas condicionados por el trabajo, el dinero, el estrés, el hacerlo todo corriendo; que no tenemos tiempo de disfrutar de las cosas verdaderamente importantes y que por desgracia casi nunca se repiten como es la gente, nuestra gente, nuestros amigos, nuestros hijos, los que nos rodean y que nos necesitan y a los que necesitamos; esas mismas personas que se decidieron a subir al vagón con nosotros o a los que subimos a nuestro vagón.

Por eso, decidí hace algún tiempo que parasen esta montaña rusa que yo me bajaba, al fin y al cabo siempre he preferido el tiovivo o los coches de choque antes que las emociones fuertes de las montañas rusas. Disfrutar de la vida que por ella pasamos “cuatro días” y seguro que sino, nos vamos a perder un montón de cosas importantes.

jueves, 6 de mayo de 2010

Felicidad, un estado de animo o un concepto

 

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“El secreto de la felicidad no está en  hacer siempre lo que se quiera, sino en querer lo que se hace”

León Tolstoi 

La felicidad es posiblemente algo muy difícil de definir; según la R.A.E. la felicidad es un estado de ánimo, que se complace en la posesión de un bien.

Sin embargo con esta definición ¿Estamos todos de acuerdo?; posiblemente no, ya que para algunos la felicidad la da el dinero, lo que digan de uno, un buen trabajo, un nivel de vida increíble, o incluso, seguro que existe gente que es feliz haciendo “infelices” a otros, o necesitan algo tan simple como hacer lo que se quiera.

Personalmente para mí, la felicidad  no es un estado de ánimo sino ese “detalle” que me hace olvidarme de los problemas diarios o que me permite evadirme. Ya que mi ánimo puede depender de otras personas, mientras que mi felicidad no depende de nadie; ni de si en mi trabajo me va mejor o peor, de si tengo mucho o poco dinero, ni me importan lo que piensen de mí los demás. Sin embargo, para mi hijo seria un plato lleno de “chucherías”, feliz inocencia; es decir, cada uno tenemos un concepto de lo que nos hace felices.

Aunque mi estado de ánimo no sea “alegre”, estado que muchas personas asocian a la felicidad, puedo ser feliz con el simple hecho de ver a mis dos hijos jugar, o bien con subirme a una montaña, darme un paseo por el campo, la montaña o quedarme mirando a mi mujer, por ejemplo, y estas pequeñas cosas son la que normalmente me dan la felicidad. Por el contrario, puedo tener un estado de ánimo que se pueda definir como alegre, no tener agobios en el trabajo, no tener que preocuparme por nada y sin embargo no ser feliz, porque no puedo disfrutar de esos momentos especiales, y eso provoca que no disfrute de la vida.

En conclusión, la felicidad puede que esté en los más pequeños gestos cotidianos, que nos ayudan a despejar nuestras mentes de los agobios o que simplemente nos ayudan a desconectar y quedarnos a solas con nosotros mismos; pero en ningún caso deberíamos tener que pedir permiso a nadie, pero tampoco deberíamos tener que provocar problemas o la infelicidad a nadie porque si no, quizás alguien puede ser feliz a nuestra costa. Atreveros a ser felices a vuestra manera y disfrutar de la vida que nos ha tocado vivir, con sus buenos y malos momentos, pero que estos no os condicionen la felicidad en vuestra vidas